A todo el mundo le gusta comenzar el día con buen humor y energía. A veces la pereza nos invade. En ese caso, tendremos que hacer un pequeño esfuerzo que valdrá la pena. No te llevará más de 10 minutos cada mañana que decidas hacerlo. Inspira profundamente, expira relajadamente y comienza:
1. Liberación de los tobillos
De pie, con las piernas ligeramente separadas a la anchura de las caderas, coloca el pie con el empeine estirado y comienza a realizar un movimiento circular hacia fuera. Realiza lo mismo con el otro pie.
2. Estiramiento cuádriceps
De pie, toma la punta del pie derecho y lleva el talón al glúteo en la medida que puedas. Aguanta unos 15 segundos.
Cambia de pie y realiza la misma maniobra.
3. Estira los brazos
Abre las piernas, sin forzar la postura. Eleva los brazos hacia arriba. Lleva tu brazo derecho hacia la izquierda. Intenta alargar el tronco, procurando no encogerlo. Toma aire y lentamente lo expulsamos mientras realizamos el estiramiento.
Haz lo mismo con el brazo izquierdo hacia el lado derecho.
4. Moviliza las cervicales
Coloca los pies a la anchura de la cadera. Entrelaza los dedos de tus manos en la parte de atrás de la cabeza, y a continuación lleva la mirada hacia el suelo mientras expulsas el aire. Mantén la posición unos segundos mientras notas como se estiran las cervicales.
5. Brazos arriba
Sin mover los pies de donde estaban, toma una gran cantidad de aire, abre los brazos y elévalos mientras en la medida de lo posible, estiras la columna. y dirigiendo las puntas de los dedos hacia arriba. Siente como creces
6. Cabeza al suelo
Toma aire y al expulsarlo, deja caer los brazos (con cuidado) y comienza a bajar (llevando el torso hacia delante). Siente como estira la columna mientras tocas el suelo con las manos.
Si no llegas a tocar el suelo, mantente en una postura que sea cómoda. En cada respiración que hagas, sentirás que poco a poco vas estando más cerca de poder tocar el suelo. Tómate tu tiempo, y con cuidado, volvemos a la posición inicial.
7. Rodillas
Túmbate boca arriba. Debes notar el contacto de la espalda con el suelo. Toma aire, y al soltarlo, lleva la rodilla hacia el pecho y sujétala con tus manos realizando una ligera presión.
Siente la tensión en la cadena posterior de la pierna y glúteos. Realiza lo mismo con la otra rodilla.
8. Pierna estirada al pecho
Éste ejercicio es similar al anterior, pero aquí deberás estirar la pierna por completo. Puedes usar una toalla para ayudarte a realizar el estiramiento debidamente.
Estira la pierna al máximo en la medida de lo posible, y mantén el pie flexionado. Sentirás tensión en la parte posterior de la pierna que estás estirando.
Realiza el mismo estiramiento con la otra pierna.
9. Torsión de lado
Boca arriba, debes llevar las rodillas juntas hacia un lado y la cabeza hacia el lado contrario. Las piernas deben estar flexionadas, situadas por encima del ombligo, imitando la posición de un bebé boca arriba.
10. Postura del niño
Comenzamos con la posición en la que terminamos el anterior estiramiento, y solo se trata de sentir cómo se estira la zona lumbar, y se desbloquean los hombros al coger las rodillas para mantener ésta postura.
Realizando éstos estiramientos todos los días, irás sintiendo los numerosos beneficios que notarás enseguida. Empezarás el día de una manera diferente, haciendo llegar más oxigeno y nutrientes a todo el cuerpo, haciendo que el simple hecho de salir de casa, pueda tener un prisma de actitud más positiva, enérgica y espiritual.
Seamos conscientes de nosotrxs mismxs, y démonos lo mejor.